¡Esa es la actitud! No pretendo deciros cómo debéis comportaros, el juicio moral de lo que hagáis o dejéis de hacer no depende de mí. Pero que actuéis así porque estéis convencidos de vosotros mismos, eso es lo importante. No lo hagáis porque os han servido vuestro futuro, tal y como debe de ser, en bandeja, y ni siquiera os lo habéis replanteado, sino que conformistamente lo habéis seguido como un rebaño;
hacedlo porque habéis abierto los ojos y realmente tenéis vuestra personalidad.